martes, 21 de abril de 2009

¿Guardar silencio ante tí... es cerrar mis labios?

Hace más de un año que no escribo nada en este blog, y luego de conocer a una amiga muy especial, pude ver la cantidad de cosas que puedo expresar en este medio sin necesidad de "abrir mi boca".

No puedo comenzar sin antes reconocer que mi vida ha tenido el sismo más fuerte en toda mi existencia.

Es extraño, a veces me cuesta comprender los motivos, las causas, etc.
Pero al pasar los días, no puedo negar que de lo alto comienzo a ver rayos de luz que me muestran respuesta a muchas de mi miles preguntas.

Es simple decirle a alguien "Espera en Dios", y mucho más sencillo es citar el Salmo 37, diciendo:

"Guarda silencio ante Dios y espera en Él...
Encomienda al Señor tu camino y confía en Él, y Él hará"

...Cuando la tristeza y melancolía son nuestra piel.
Y hasta ahora, ni mis 16 años en la fe me sirvieron para comprenderlo...


Cuando pensaba que "Guardar silencio" era casi sinónimo de callarse, de abstenerse de decir lo que pienso y siento... puedo comprender que ante Dios es...
COMPLETAMENTE LO CONTRARIO!!!!

Es justamente dejarle su oído hinchado de tanto hablar con él,
es arrodillarse como nunca lo has hecho y llorar ante su presencia,
es buscar en su Palabra el consuelo,
el "sabio consejo",
la guía, la calma, la paz...
y porque no... la esperanza.

No es fácil "guardar silencio" ni "esperar" cuando eres hiperactivo, medio hiperquinético, "post-Ritalín", cuando estás acostumbrado a hacer las cosas con tus propias manos, con tus ideas, cuando materializas lo que piensas,
cuando deseas trasformar a materia el amor,
cuando tratas de forjar el futuro, tu vida y de quienes amas con tu propio sudor...
...es dificil "guardar silencio y esperar".

Sin embargo, en medio de la tristeza, la pena, las lágrimas... puedes sentir su mano en tu hombro que te dice: "Espera en mi..."

Y esa voz te hace renunciar a todos tus argumentos, a toda la planificación, estrategias, planes o simples ideas.

Y hasta da miedo!!!!
Miedo de que si te callas y no abres tu boca pierdas lo que más amas!!!
Miedo de que si esperas en Dios pase el tiempo y se borre lo mucho o poco que lograste!!!
Miedo de que si confías en Dios... él haga lo contrario a tu voluntad... SU VOLUNTAD.

Y ahí mi fe, mi vida, mi pasado y mi futuro...
queda de un hilo que solo el Señor puede sostener.

"Escucha Señor mi oración, considera mis pensamientos,
atiende a la voz de mi clamor, mi Rey, mi Señor."

Leyendo esto concluyo entonces que Dios, a pesar de su majestuosidad, su amor se manifiesta para mi, aceptando mi oración.

Y en cada oración le entrego mi corazón tal como está,
sin sombras, sin mentiras, sin ocultarle nada!!!
Y le entrego mi sentir, mi pasión, lo que anhelo en sus manos.

Así me vuelvo a sentir como antes!!!
Es como que vuelvo a ser un niño, como que vuelvo a nacer cada vez que guardo silencio ante Dios.


Por ahora, seguiré pidiendo que afirme mi vida, mi corazón, mis sentimientos.
Que mi fe en él se haga más real que nunca.
Que esta prueba sea motivo de aprendizaje, para renacer a lo que él desee de mi.

Gracias Señor porque en ti encuentro el consuelo, la paz.
Gracias Señor porque cuidas mi corazón.